A causa de una gripa, que es la infección respiratoria más común en niños menores de cinco años, tu hijo tendrá síntomas como rinorrea (mocos), fiebre, malestar general, dolor de cabeza y pérdida de apetito. A menos que presente signos de alarma, que requiere consultar en los servicios de urgencia independientemente de cuantas horas lleva la evolución o si se presenta uno o varios signos, puedes cuidarlo en casa hasta que la infección se autolimite en tiempo máximo de dos semanas.
No obstante, es pertinente que sepas identificar los signos de alarma que incluyen fiebre que no se puede controlar y mayor de 39,5 grados, dificultad respiratoria cuando le aletea la nariz, tiene ruido respiratorio, retracción de las costillas o tos persistente, así como vómitos asociados a la infección.
Aquí encuentras las principales recomendaciones para cuidar a tu hijo en casa:
1. Déjalo en casa
Si tiene un resfriado común, con secreciones y fiebre, es mejor dejarlo en casa para evitar las epidemias en los jardines infantiles. Con esa medida será más corta la incapacidad, tendrá menos complicaciones y no asistirá al servicio de urgencias.
En caso de que se trate de niños más grandes y adolescentes que tienen dificultad con las ausencias escolares, debes cerciórate de que usen tapabocas cuando atiende sus deberes escolares.
2. Cuida su alimentación
Proporciónale alimentos recién preparados y con alto contenido nutricional a tu hijo, así como apropiada hidratación. Es posible que con la gripa disminuya el consumo de alimentos, pero debes seguir suministrándoselos a libre demanda.
3. Controla la fiebre
La fiebre no puede superar 72 horas ni ser mayor a 38,5 grados ni producir compromiso del estado general del niño. También debes asegurarte de que no tenga dificultad para respirar. El manejo de la fiebre solo lo puedes realizar de la forma que el pediatra tratante te autorice.
4. Asea su nariz
Realiza los lavados nasales con solución salina tan frecuente como haya obstrucción. Tomar abundante líquido le ayudará a tu hijo a tener las secreciones menos espesas.
5. No automedicarse
Por ningún motivo uses fármacos que el pediatra no haya formulado y eso incluye que, pese a la tos, no debes suministrarle jarabes antitusivos que son de venta libre.
La tos es un mecanismo de defensa que ayuda a movilizar las secreciones. El niño deglute las secreciones y cuando se le da un jarabe para quitarle la tos hay efectos secundarios como somnolencia, disminución del reflejo de tos y riesgo de mayores complicaciones.
6. Báñalo
El baño lo debes realizar como siempre y sin usar otros productos adicionales como bálsamo o sustancias olorosas. Así, el aseo con agua tibia le ayudará a movilizar secreciones en su nariz, incluso si le aplicas el suero fisiológico antes sentirá alivio.
Para que no siente el cambio brusco de temperatura es recomendable que lo seques dentro del cuarto de baño.
7. Cuida tu bebé menor de seis meses
Los jardines infantiles son focos de infecciones respiratorias y por eso te recomiendo que, si tienes un niño que no supera los dos años y también uno de seis meses debes tomar la precaución de no mandar al jardín al primero, aunque no esté enfermo, hasta que el bebé no supere los seis meses.
Esta es una forma de mantener sano al bebé y prevenir que contraiga una infección respiratoria ante la cual es vulnerable, incluso a las complicaciones como bronquiolitis y la neumonía viral, que tienen altas probabilidades de llegar a una unidad de cuidados intensivos.
Cuando se trata de un niño mayor de dos años, si puedes mandarlo al jardín debido a que es más receptivo a tus indicaciones de no entrar en contacto con su hermanito tan pronto llegue a casa.
8. Evita sustancias irritantes
El uso de ungüentos, sahumerios, productos de aromaterapia y otros remedios caseros elevan el riesgo de una dificultad respiratoria cuando se trata de niños que tienen una alergia respiratoria o asma bronquial de base.
9. No lo acuestes después de comer
Espera al menos una hora para acostar a tu niño después de comer, especialmente si ha tomado tetero, debido a que hacerlo antes lo pone en riesgo de broncoaspirar.
Esto significa que mientras duerme, al niño se le pueden devolver parte de su último alimento a las vías respiratorias, causándole dificultad para respirar, crisis de tos, cianosis e incluso puede morir.
10. Acomoda el espacio
Durante la gripa, lo más recomendable es que tu hijo duerma solo en una habitación. Además, ventila y asea el espacio cuando el niño no se encuentre en la habitación.
Lava con frecuencia las sábanas, cobertores y cobijas que utiliza y evita usar contaminantes intradomiciliarios como ambientadores, aerosoles, productos de aseo irritantes y sustancias aceitosas que pueden ocasionar dificultad respiratoria.
Articulo Original escrito por: DRA. MARINA MANOTAS y recuperado de Descubretusaled.com – Colsanitas
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